¿Qué es el hygge?
Ahora que llega el frío, nos gusta más estar en casa, disfrutando de nuestro hogar buscando la calma y el bienestar junto a nuestra familia. En Dinamarca, hace unos años surgió el concepto HYGGE, que se pronuncia “Ho-ga” y que no tiene una traducción directa a otros idiomas, pero se podría describir cómo la búsqueda de una sensación de calma, bienestar y serenidad absoluta en el hogar, cómo por ejemplo, una tarde de domingo en el sofá con una mantita y una taza de chocolate caliente. La intención del Hygge, llevado al hogar, es crear esas atmósferas cálidas y acogedoras que inviten a la relajación donde las preocupaciones queden fuera y no perturben esos momentos de tranquilidad.

Cómo llevar el hygge a tu vida
Para empezar a encontrar esa felicidad llamada Hygge, el punto de partida radica en buscar momentos para ti, para auto cuidarte y relajarte al margen de las tareas cotidianas. Cuando llegues a casa, debes huir de cualquier input exterior que te pueda perturbar, no abriendo el ordenador ni el móvil para así encontrar pequeños momentos que te hagan feliz sin depender de nada exterior. Comienza identificando esos pequeños instantes de bienestar para ti, concediéndote un pequeño lujo y así experimentar sensación de bienestar. Aquí te dejo algunas ideas para que puedas encontrar momentos hygge para ti:
- Tarde de lectura junto a la ventana: acomódate en un sillón con un buen libro y una manta suave mientras disfrutas de la luz natural.
- Spa en casa: crea un ambiente de spa en tu baño con velas, aceites esenciales y música suave para un baño relajante.
- Meditación y mindfulness: Dedica tiempo para la meditación y el mindfulness en un rincón tranquilo de tu hogar, para así poder desconectar del exterior y conectarte en el momento presente.
- Momento de journaling: llevar un diario personal te puede llevar múltiples beneficios y mucha calma, ya que puede ayudarte a lidiar con el estrés, a tener más claridad mental y un mayor autoconocimiento. Hazlo debajo de una iluminación suave y en una silla cómoda.
- Cocina reconfortante: Cocina una receta que te encante y disfruta del proceso culinario y, sobre todo, ¡Del resultado!


Otra de las claves del Hygge es encontrar momentos para compartir con tu familia y con tus amigos en casa, fomentando la conexión y el disfrute de estar juntos, ya sea para disfrutar de una película, de una comida o de una barbacoa. Pero la clave está en organizar encuentros cercanos en los que las charlas fluyan sin interrupciones y en las que todos puedan participar. Aquí te dejo algunas ideas para que puedas crear esos momentos familiares hygge:
- Noche de juegos de mesa: Reúne a la familia alrededor de la mesa con juegos de mesa para disfrutar de una velada divertida y competitiva en casa.
- Cine en casa: Acomódate junto a tu familia o amigos en el sofá con mantas y palomitas para ver una película .
- Tarde de manualidades: Realiza proyectos creativos con tu familia como pintura, dibujo, manualidades o cualquier otra actividad artística que todos puedan disfrutar.
- Cocina en familia: Preparad todos juntos una comida o un postre juntos, involucrando a toda la familia para vivir una experiencia divertida y gratificante.
- Picnic en casa: organiza un picnic en la terraza, en el jardín o en la sala de estar con mantas y almohadas.
- Conversaciones significativas: dedica tiempo con tu familia a hablar de vuestro día, compartiendo pensamientos, sueños y anécdotas.
- Desconexión digital: acuerda con tu familia un tiempo sin dispositivos electrónicos para fomentar la conversación y la interacción cara a cara.


Recuerda que el hygge consiste en apreciar la felicidad que se esconde en pequeños detalles y en desacelerar el día, ya que estamos acostumbrados a correr por todo. Además, es fundamental evitar diálogos que puedan perturbar la atmósfera relajada, por lo que es aconsejable abstenerse de temas controvertidos o hablar de política. También es recomendable dejar fuera de la conversación temas relacionados con el trabajo, el estrés cotidiano o las prisas.
Cómo llevar el hygge a tu hogar
Además de encontrar momentos íntimos para ti y con tu familia cómo los que te he mencionado, también debes adaptar tu casa para disfrutar de esos momentos.
- Busca el rincón de la comodidad en tu casa: ya sea para tu sola o para tu familia, debes encontrar ese rincón que haga potenciar la comodidad y el bienestar, qué sepas que allí puedes sentarte y relajarte. Así pues, opta por un sofá con cojines y una mantita, un sillón para fomentar la lectura cerca de la ventana con un reposapiés y una silla cómoda para incentivarte a hacer journaling.


- La iluminación, importantísima para los espacios hygge: tu casa es el centro del movimento hygge de tu vida, por lo que la iluminación es esencial para lograr esa sensación de comodidad y de calma. En invierno pasamos muchas horas en casa y debemos incorporarle una iluminación en capas para conseguir esos momentos de paz, dejando de lado la iluminación general intensa y pasando a disponer de varios puntos de luz tenue. Por otro lado, las velas, son un elemento imprescindible para esos momentos, pero deben ser naturales y sin fragancias. Pincha aquí para que puedas leerte mi guía gratuita sobre cómo iluminar cada estancia de tu hogar con distintos puntos de luz.
- Lleva las plantas a tu hogar: las plantas introducen un elemento de naturaleza en tu hogar, lo que evoca a una sensación de conexión con el mundo natural. Esta conexión con la naturaleza es fundamental en el movimiento hygge, ya que las plantas no sólo purifican el aire, sino que agregan color y vida a los espacios, haciéndolos más cálidos y agradables. Además, su cuidado también puede convertirse en un ritual placentero. Regarlas y mantenerlas sanas puede ser una actividad relajante que te permite desconectar y concentrarte en el presente. Así pues, te recomiendo que pongas, una planta en cada estancia para que te evoque esa sensación de naturaleza. Y, sobre todo, ¡Qué sean naturales!


- Introduce la madera en cada estancia: prioriza la manera natural, tanto en elementos decorativos como pueden ser jarrones, cómo en los muebles y suelos. Los materiales naturales se convierten en tus principales aliados para dar vida a tus estancias y así encarnar el auténtico espíritu hygge.
- Presta atención a los tejidos: El hygge busca cautivar todos los sentidos, incluso el sentido del tacto, por lo que debes optar por tejidos suaves y acogedores como cojines de lana tejida en relieve, o mantas esponjosas.
- Recupera tradiciones familiares: rescata ese juego de té de tu abuela y úsala en tu vida diaria o cuando tengas visitas en casa para compartir un café o té. Además, también puedes revivir tradiciones familiares que te ayudarán a mantener esa conexión con tu pasado y a despertar una agradable nostalgia con tus abuelos.

Cómo puedes ver, el hygge y el hogar están intrínsecamente ligados en una relación que celebra la importancia de la comodidad, la conexión y la sencillez en la vida cotidiana. En un mundo a menudo marcado por la prisa y la tecnología, el hygge nos recuerda la belleza de desacelerar y encontrar alegría en los momentos simples, enseñándonos que la felicidad no siempre está en lo material o en lo extravagante, sino en las experiencias genuinas y en la apreciación de las pequeñas cosas.
Al cuidar nuestro entorno y de las relaciones que cultivamos en casa, nutrimos el espíritu hygge y nos recordamos a nosotros mismos que la verdadera riqueza reside en la conexión humana, la paz interior y el amor por la vida más simple. Así que, al buscar el hygge en tu hogar, estás en realidad buscando una vida más plena y significativa. Es un recordatorio de que, en última instancia, la felicidad se encuentra en la forma en que creamos y experimentamos nuestro espacio y en la calidad de las relaciones que construimos en él.

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